Al mundo no respondemos tal y conforme es el mundo, sino al sentido que le damos, el que tiene coherencia para nosotros. Esto es que cada uno nos vamos creando un modelo del mundo y como tal aplicando el método científico, podemos constantemente: observar, hipotetizar, experimentar, teorizar y deducir una ley.
Hoy quiero llevar la atención, a lo esencial que resulta verificar las hipótesis que nos hacemos del mundo. Y en esto caben las relaciones con personas, en el trabajo, en la familia…todas esas cosas que imaginamos, que proyectamos sobre el mundo, con las que nos desenvolvemos como si fuesen un hecho, sin hacer antes una verificación.
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