El «saber» nos dá seguridad, nos es cómodo, puedes notar que te ofrece el bienestar del conocimiento. La duda es algo que puede resultar incómodo, aunque imprescindible para el desarrollo: ¿cómo gestionas tus dudas?
Las «técnicas» son ideales para abonar la sensación de seguridad del «saber», y muy útiles en ocasiones; aunque en otras se pueden convertir en cárceles de oro o pueden estar socabando el propio desarrollo.
Escuchaba ayer en la radio al director de una empresa de Coaching hablando acerca de «las técnicas que emplean en su empresa para lograr el objetivo de personas que quieren perder peso» Muy posiblemente habrá personas que al seguir «la técnica» obtendrá lo que busca, aunque también habrá personas con la que esa técnica no es válida. ¿qué ocurre entonces?, ¿qué hace el coach?, ¿cómo gestiona la cosa?, ¿le resta credibilidad ante su cliente?
Personalmente prefiero en este caso en concreto dejar cualquier técnica a un lado, explorar en la vida de la persona, crear un modelo de gestión en cooperación con ella, generar «su técnica personalizada e intransferible»; con lo que hay un tiempo de permanencia en el «no saber», aunque ya reconozco como esencial para mi propio desarrollo.
¿Qué teorías consideras en tu vida fuera de cualquier cuestionamiento, y que puedan estar funcionando como «técnicas» que te dan seguridad?, ¿de qué te podrías beneficiar si las cuestionases?, ¿qué estarías entrenando al hacerlo?
Deja tu comentario.