A lo largo de nuestro desarrollo una de las habilidades que aprendemos es a generar significado a las experiencia que vivimos en el mundo, a partir de ellas extendemos ese mismo significado al propio mundo, a cómo vivimos y damos sentido al mundo.
El contenido de esa significación no la ofrece la propia cultura, educación e imitación del entorno en el que nos desarrollamos. Así se nos van facilitando estándares de qué es lo que «debemos» de alcanzar para que una cosa se considere satisfactoria, y a partir de ahí enlazar una identidad personal de bueno, malo, inteligente, estúpido…dependiendo de si la cosa se ha completado en su punto preestablecido o no,y así nos colapsamos (identidad personal) con ese último significado.
Por ejemplo: alguien determina que he de hacer un dibujo, y me da el resultado final del dibujo (estándard a imitar); así si el resultado final que yo obtengo se aproxima al original se considerará que es «bueno o malo» en una gama de intermedios; y a partir de ahí se me considerará una persona «de talento y habilidosa» o «incapaz y un desastre» con toda la gama intermedia de calificaciones posibles. La cuestión es que no sólo se me juzga por este modelo, sino que yo llegue a creerme la identidad que el propio modelo me ofrece: soy habilidoso o soy un desastre. Asi esta identidad, es muy fácil, que termine contaminando otras areas de mi vida y mi signifación del propio mundo.
En este mismo momento somos el resultado, el sumatorio de experiencias de todo tipo. Esto que ahora mismo estás realizando (leer esta entrada), en sí ya es otra experiencia, que cuando termine le darás un significado y sobre él constuirás el «significado del significado», generalmente este último conectado con los valores de lo que para tí sea importante y relevante, porque el conjunto de experiencias previas o similares así lo han ido favoreciendo.
Yo escribo esta entra (experiencia) , porque me parece que puede ser útil compartir esta reflexión (primer significado); y eso me conduce a desarrollarme (segundo significado). Y esta triada de «hecho, significado primero, significado segundo» es muy útil de identificar y sensibilizarnos para ir notando, tomando conciencia, de que soy yo el que está eligiendo las experiencias que vivo y el significado que les otorgo, en base a modelos preestablecidos (que yo he asumido y que en cualquier momento puedo revisar).
En cualquier experiencia siempre pondremos nuestras habilidades mentales, emocionales y mecánicas; y en cada una están las otras dos incluidas también. Es decir, en la entrada del blog, está la conducta de la mecanografía (mecánica), y a ese nivel también está entrando mi mente para ir recuperando la habilidad en sí aprendida, así como una supervisión del mi sentir (emocional) el proceso de la mecanografía.
Comento esto último para señalar, que cualquier modificación en cada una de esas areas, repercutirá en el todo de la experiencia; incluida la significación. También podemos modificar la significación, y así abrirnos o excluir experiencias a nuestra voluntad, aunque las hayamos estado repitiendo toda nuestra existencia.