Te insisto en recordar el ejercitar nuestra atención sobre la respiración. Cuanto más lo ejercites menos tendrás la necesidad de hacerlo intencionadamente. En un momento también aprendiste a andar, hasta que de repetirlo lo convertiste en una habilidad inconsciente.
Quiero ahora que utilizando la línea del tiempo, te situes en el momento del ayer cuando empezaste el día, y vayas recorriendo -acompasándolo con tus pasos- la línea del tiempo junto con todo lo que hiciste y en lo que te involucraste.
¿Cómo lo recuerdas?, ¿cómo te lo representas?, ¿con qué sentidos lo haces?, ¿es prioritario la visión, el oido, el sentir…una mezcla de todos?
Pon tu atención…