Cuando comentamos que nada es «bueno» o «malo» en sí y que depende del uso que se le da, hay una parte acertada en la afirmación, aunque también tiene su límite, ya que cualquier cosa tiene un «propósito original» con el que ha sido concebida.
El uso que yo puede hacer de una «bomba de guerra» puede variar desde hacerla estallar, hasta la de colocarla en un museo de exposición; pero originalmente el artefacto ha sido concebido con una finalidad, con un propósito.
Te insto a que investigues este asunto y dejes tu comentario.