A cada palabra que utilizas tienes conectado una respuesta fisiológica, emocional y de valores. Lo que para tí puede resultar muy significativo, no tiene porqué serlo para otra persona o viceversa. Si escuchas tu lenguaje puedes seguirle la pista de cuáles son las cosas que para tí son importantes´.
Tienes la capacidad de reflexionar y pensar acerca de la forma en la que estás pensando. Esa capacidad puedes ejercitarla y de una manera activa, por ejemplo, te dedicas a seguir la pista de identificar tu propio lenguaje, cuáles son las expresiones que utilizas, qué expresiones no utilizas, con qué valores conecta tu forma de expresión, qué crees que podrías incorporar. Es muy útil generar esa posición de auto supervisión.
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