Hay dos fechas en el calendario a las que de forma recurrente las personas se remiten para dar comienzo «sus nuevos proyectos» : son el 1 de Enero y la llegada de un nuevo año y la del 1 de Septiembre y el comienzo del curso escolar.
Ambas nacen de nuestra motivación por el desarrollo, por ir más allá del lugar donde nos encontramos, lo cual nos permite desarrollar habilidades como es la de enfrentarnos a nuestros límites y así trascenderlos. Ahora bien, cuando normalmente nos planteamos proyectos en muchas ocasiones suele ocurrir que pasados unos días o unas semanas, poco a poco esa «motivación original» va degenerando, hasta que terminamos por abortarlos, creando así un patrón de compartamiento.
Estos abandonos suelen producirse por múltiples causas:
– Consecuencias no previstas en el proyecto. Si voy a un gimnasio, habré de restar tiempo de otras cosas a las que ahora dedico tiempo y que posiblemente no haya tenido en cuenta.
– Sensación de falta de seguridad. Si dejo mi trabajo habitual por una «aventura» empresarial de forma autónoma, puede que termine añorando la seguridad que mantenía dentro de la empresa «en la que tanto me aburría»
– Falta de alineación entre el proyecto y mi propio sentido profundo del desarrollo. Si me matriculo para realizar un curso porque el precio del mismo es muy económico sin tener en cuenta si yo me identifico o no con él, la probabilidad de llegar a su término con exito será muy reducida
– Ausencia de una planificación adecuada en las metas a corto plazo que conlleva el planteamiento de un nuevo proyecto. Si abro una tienda pensando que desde el primer día tendré la cantidad de clientela necesaria para su funcionamiento, estaré haciendo unos planes poco realistas
Aquí te he dado unas pistas de cosas que hay que incluir en la planificación de cualquier nuevo proyecto, a las que habría que añadir más y sobre todo la personalización del mismo teniendo en cuenta todos los factores que de forma sistémica se están dando en tu vida. Cualquier movimiento en cualquier campo en tu vida tiene sus consecuencias en el mismo campo, y en los colindantes, y a todas ellas hay que prestarles atención.
Para ello un trabajo adecuado de coaching te será muy útil, ya que te hará ahorrar tiempo, dinero y sobre todo poner tu energía en aquellas cosas que vas a organizar de tal manera que tus probabilidades de alcanzarlas serán muy altas.
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