El catedrático y divulgador científico Manuel Lozano Leyva es autor de un libro de reciente publicación que tiene por título «El fin de la ciencia» y parcialmente aborda la dismitificación personal de muchos personajes relacionados con la ciencia cuando nos adentramos en cómo se gestionaban en su relación personal.
Es el caso de Newton con su valiosísima aportación al avance de la física, aunque a un nivel personal su comportamiento distaba mucho de la excelencia que alcanzó a nivel profesional. Y es lo que solemos hacer con las personas, extender sus logros profesionales a su comportamiento personal, y con mucha facilidad generar un mito, que está más relacionado con la «idea que mantengo sobre alguien» que con la realidad.
Si mantenemos un sesgo a esta «idealización», también podemos poner en práctica el mismo patrón, aunque con un contenido aparentemente distinto y en dirección contraria, es decir, pensar que alguien que a nivel profesional no ha destacado, o no ha alcanzado unos estándares marcados socialmente, a nivel personal «es un fracasado».
Estamos midiendo el mundo constantemente y en función de los contenidos de esa medición operamos, respondemos al mundo. Algo muy útil es el apreciar ¿cómo estoy haciendo esa medición?, qué estándares personales estoy manejando, qué están influenciando esos estándares, lo estoy midiendo más desde una idealización o desde algo alcanzable, qué areas en la vida de alguien estoy mezclando.