Idealizacion

Leia ayer el blog de un profesor de Historia de la Ciencia que se lamentaba de cómo en el sistema educativo, generación tras generación, se van transmitiendo una serie de conocimientos entorno a hechos y personajes que para nada tienen que ver con la realidad y sí mucho más con lo que idealizamos, y con lo que «nosotros queremos ver, oir y sentir en torno a ellos». Y el número de ellos no es despreciable, y bien merecería la pena una revisión, pero ¿cómo van a revisar los encargados de esta labor, si a su vez ellos no han adquirido la habiidad y el hábito de revisarse a ellos mismos?

Leer la biografía de alguien es como entrar en la combinación de datos objetivos, incuestionables: fecha de nacimiento, si se llegó a casar o no, numero de hijos (conocidos), familia, fecha de su falleciiento…con otros completamente interpretables (subjetivos). Lo obsceno es que el autor de las biografías, presenta a todos en el mismo plano y las interpretaciones que él está haciendo de la vida de la persona biografiada las dá por hechos. Si el autor está reconocido socialmente, ya estamos ante el conocido «argumento de autoridad», y cualquier discrepancia será censurada.

Pongo el ejemplo de la biografía, como puedo hacerlo extendiendo el mismo patrón a otras conductas: rememorar el pasado personal, la proyección que hacemos sobre la persona de la que decimos sentirnos enamoradas en los primeros estadios de la relación, las vacaciones que viví o viviré, ese trabajo ideal que la vida me negó, la carrera en post de conseguir una felicidad y estabilidad que está allí en el horizonte, la casa, el coche de nuestros sueños….la casuística de la cosa, puede dar para mucho.

Es muy útil llevar la atención a la letra de las canciones que popularmente se conocen, a los argumentos de algunas películas, de la mayoria de novelas…todo ese universo de «escapada hacia el ideal» en la que nos atrapamos a nosotros mismos, como una forma de no contactar con nosotros mismos, con nuestra realidad. Cuando miramos en el presente, en el pasado o nos dirigimos hacia el futuro, imponemos al mundo lo que de él queremos destacar, partiendo de una idealización y ya nos apañamos para que esa idealización encaje con lo que «estoy viendo»

Vivir de una forma mas plena, más realista, sin necesidad de crear o buscar idealizaciones, nos dá la oportunidad de apreciar nuestra vida y por extensión al mundo de una forma mucho más rica. Esto es una habilidad, que tambien se puede aprender y ejercitar. Te quedarías asombrado de lo dormidos que estamos y de la fuente de problemas que la ausencia de esta habilidad supone.

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