Criterios de Selección

En un blog de internet he leído el lamento de su autor por la cantidad de información tan «poco veraz» a la que se le daba mucho crédito, simplemente porque cuando buscamos un determinado tema en un buscador, aparece en los primeros lugares seleccionados, o bien porque incita a la polémica, alimentada por las hordas de anónimos que suelen pulular en este medio; y venía a plantear que lo interesante es que existiese algún «filtro» para ello, con el fín de conseguir un «criterio de veracidad»

De los temas que aquí convergen, estaría el «cómo seleccionamos la información que nosotros consideramos relevante», «de esa información qué criterios utilizamos para dar fiabilidad a la fuente», «qué pretendemos a la hora de hacernos portavoces de esa información» y la exploración de cada una de estas cuestiones, nos lleva a que vayan surgiendo nuevos asuntos sobre los que reflexionar, con lo que el tema es mucho más complejo, que limitarlo a una solución simplista del tipo «esto se soluciona con un filtro que decida qué es o no relevante»

Si esto lo llevamos a nuestra cotidianidad, más allá de los propios medios de comunicación, y elegimos por ejemplo, unas «vacaciones», y después al volver, «que información consideramos relevante para los amigos, la familia», «es la misma la que le facilitamos a unos y a otros», «qué información de la vivida, consideramos que no es relevante», «la forma en la que la transmitimos», «qué pretendemos al facilitar esa información, qué impacto pretendo causar», «con la información que facilito añado al relevante a la que el interlocutor ya dispone o le estoy rellenando un hueco de su comprensión»….como ya podeis comprobar, si ésto ocurre con el ejemplo que he puesto, trasladémoslo a lo que emerge del funcionamiento de una sociedad en todos sus campos, y la cosa se nos puede convertir en muy poco manejable, vuelvo una vez más «con simplismos»

Investigar, explorar, generar una forma de hacer criterios, requerimos de unas habilidades que por lo general no tenemos a disposición. Estas habilidades, idealmente se deberian de ir adquiriendo a lo largo de nuestro proceso educativo en el colegio, el instituto, la universidad, y ello favorecería que después las empleasemos en cualquier contexto de nuestra interacción social; pero nos encontramos con que ésto es una carencia, debido principalmente al que en el modelo que nos manejamos, los actores de ello, que serían los profesores y personas que diseñan los planes educativos, simplemente lo desconocen; con lo que constantemente estamos confundiendo «cantidad» con «calidad», entre otras.

Por cierto, lo que es ya un delirio, es tomar como «relevante» la «pretendida información» que se pretende presentar acreditando la fuente como «Anónimo»; es decir, sin que nadie se reponsabilice de la información o la opiníón que se está vertiendo de cualquier asunto.

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