Creamos ritos, ceremonias, conmemoraciones, horarios…porque nos dán un sentido de seguridad, consistencia del mundo; y es algo muy útil, aunque tiene también el reverso de convertirse en algo rígido.
Para los que se propusieron proyectos para el año 2010, ¿están haciendo un seguimiento de los mismos?, ¿qué están haciendo exactamente como seguimeinto?, ¿cómo lo están haciendo?, ¿cómo están encajando su cotidianidad con ese proyeto?
Comentaba un amigo que el gimnasio al que acude está lleno de personas con matrículas nuevas, y que las clases están completas; conserva la esperanza que en el plazo máximo de veinte días, la cosa vaya disminuyendo y se «normalice»; es decir, que el personal se desconecte de las razones por las que originalmente se propusieron como proyecto ir al gimnasio y vuelvan a lo conocido, a su «area de comodidad», su «cotidianidad».
Es bastante común que nos involucremos tanto en las actividades del día a día, que nos desvinculemos de las razones por las que nos pronemos un determinado proyecto.
Te propongo que pienses en tu proyecto o proyectos, que los identifiques claramente, hagas una definición de ellos. Uno por uno te vas planteando y chequeando en los siguientes parámetros: posibilidad, capacidad y merecimiento. Cuando los estés evaluando ve más allá de un simple «si/no» e investiga, explora el cómo para tí es posible, cómo es que tienes esa capacidad y cómo tienes ese merecimiento; y todo lo que obtendrás cuando lo consigas.
El lunes continuaré con este asunto.
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