Contribuciones

A poco que hagas una pequeña incursión por las noticias presentadas en los medios de comunicación pronto resalta de un tiempo a esta parte, una etiqueta casi mágica que parece designar un estado de las cosas común que opera a modo de resumen: “crisis”

Mi apreciación es que se habla de ella, como si fuese algo pasajero, una enfermedad diagnosticada, con un principio y un final. De igual manera que están muy difusas sus “causas”, también lo está su fin, librándolo a una cosa que algún economista trata como ciclo que tendrá casi de forma mágica su fin.

Como tenemos una forma de explicarnos las cosas de una forma lineal, utilizando modelos de causa-efecto, pronto buscamos algún que otro “chivo expiatorio” para encontrar unas posibles “causas” y somos los padecedores de esas consecuencias. Utilizo el término “padecedores” con toda intencionalidad, ya que aquí se muestra claramente un sentido de victima de este proceso.

Todo este asunto tiene múltiples implicaciones en otras tantas direcciones, aunque en este artículo en lo que quiero poner mi atención es en el sentido de “victima de una situación” que se vive de una forma a mi entender por parte de la población en general.

Un día puede que nos levantemos y en un momento dado conectemos con la idea de que nuestra vida es tediosa, no le encontramos sentido, nos asaltamos con una batería de interrogantes, quedamos desconcertados y emerge una falta de sentido de la misma. Que ayer mismo esta sensación no existiese y hoy sí, no significa que las cosas que han favorecido este estado de las cosas ayer no estuviesen, y hoy sí.

Todo esto forma parte de un proceso, y como tal cuenta con la participación de muchas cosas, que yo he podido ir contribuyendo, organizando de una forma determinada, para que al cabo del tiempo emergiese este sentimiento. Metafóricamente es aquello que el jardinero no causa el florecimiento de una flor, sino que es un agente en otros muchos más que contribuye a la emergencia de la flor: la tierra, la humedad, la época de plantación, los cuidados…

Pues bien, en este asunto de la “crisis”, de forma individual tenemos nuestra responsabilidad y contribución a la misma. Si una familia hoy ha llegado a un punto en el que no puede atender a sus deudas, no sólo es atribuible a una especie de seducción hipnótica de los bancos para endeudarse en un tiempo, ni que fuese más fácil, ni que los precios hayan subido, etc…Todas estas cosas contribuyen a un estado de las cosas, aunque otra de ellas es la propia familia y las decisiones de los miembros, su responsabilidad en las que cosas que asume.

Quizás se han manejado así mismos por un deseo de recompensa inmediata y no han evaluado las consecuencias de esa decisión en el futuro. Y de esto no es responsable nadie, sólo quien toma la decisión. Un banco es una empresa que va a mirar por su interés, intentará mientras que a él le beneficie que yo firme una hipoteca, aunque en definitiva quien decide firmar o no soy yo. Hoy que ese mismo banco ya no le “soy de su interés”, no me dará más dinero, y me reclamará el que le debo.

Y en este pequeño, sesgado, reducido, simplificado ejemplo, puedo encontrar aquello a lo que quiero conducir la atención, y es a que mientras no asumimos nuestra contribución a un estado de cosas, éste no se va a modificar por obra de magia.

Forma parte de una manera muy poco útil de pensar acerca de las cosas, de gestionarnos por el mundo y de una falta de habilidades para operativizar herramientas que podemos aprender a manejar. Está mostrando cual es nuestro modelo del mundo, donde me ha conducido y que quizás tenga opciones a ser bastante mejorable.

Tengo la sensación de que todo esto no es algo cíclico, que están aflorando muchas cosas que se han venido gestando a lo largo de mucho tiempo, que hemos eludido nuestra contribución y responsabilidad.

Y una situación de cosas empieza a modificar sus condicionantes desde el mismo momento en que comienzo a monitorear en qué cosas personalmente he contribuido, y a ocuparme en cuáles son las cosas que puedo hacer, que están dentro de mi círculo de influencia. Las condiciones comenzarán a modificarse, y emergerán cosas distintas.

Manuel León López
Coach, Terapeuta y Formador
Contacto: 629 164 903

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