Puedes pertenecer a tu empresa, aunque no sentirte que eres de la empresa, porque los lazos son distintos entre el pertenecer y el ser. Lo mismo te puede ocurrir con la familia, con la comunidad, con una asociación de un determinado deporte que practiques.
¿Que tal si exploras este asunto entre el pertenecer y el ser? Lo puedes hacer con muchas más cosas de las que imaginas. Cuando compras una determinada prenda, ¿cuando se produce justo el momento en que te pertenece?: nada más verla, cuando estás en el probador, una vez pagada, cuando llegas a casa…¿cuando vas más allá y llegar a ser a formar parte de tu identidad?
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