Nos es muy útil el manejarnos con una «sensación general» de notar cual es nuestra relación con un determinado asunto. Es decir, podemos notar cómo «en general» funciona nuestra relación de pareja, el cómo transcurre nuestro desarrollo laboral, el entorno familiar, social o el grado de satisfación en mi propia autovaloración.
Lo que puede resultarnos aún más útil es el investigar cómo notamos esa sensación general, porque ella siempre será el producto de un proceso anterior. Si yo ahora te pido:
– Piensa en tí hace diez años, cómo eras en esa epoca
– Nota qué sensación se desprende de esa idea, sea cual sea su contenido
– Ahora piensa en cómo eres ahora, y nota la valoración
– ¿Qué diferencia existe?
Es muy probable que existan diferencias en una valoración «general». Ahora bien, cuando pensaste en tí hace diez años: ¿hiciste una evaluación de cómo era tu relación con la familia, con tus amigos, dónde estabas laboralmente, qué proyectos pusiste en marcha? …es decir, ¿tuviste en cuenta las areas troncales con las que nos relacionamos en nuestra vida, para luego hacer esa misma evaluación en el presente?
Se trata de notar también cómo pensamos acerca de las cosas y que al hacerlo cubramos el máximo de cosas, para que luego el resultado sea una evaluación del conjunto. Posiblemente, si a una persona le planteas que note y haga una evaluación del conjunto de su vida hoy, te devolverá una evaluación muy superficial del asunto o asuntos que en esos momentos tenga activados. A alguien que acaban de despedirlo en el trabajo, no tendrá en cuenta cual es la relación con su familia, sus hijos, el entorno social, las cosas que ha conseguido….cuestiones relevantes que en ese momento han quedado aparcadas.
Aquello que practicamos es en lo que conseguimos habilidad, y el uso cotidiano lo hace inconsciente lo que contribuye a una nueva forma de ser y estar en el mundo que puedes desarrollar.