Son habilidades distintas las de interpretar, gestionar o hacer, y cada una requiere de cosas diferentes. Cuando reunes las tres estás en disposición de poder desarrollar el producto de esas tres. Forma parte de nuestra involucración en cualquier tarea en el mundo, no sólo el desempeñar, el que podemos introducir mejoras en ella, el que podemos a su vez tener en cuenta la repercusión que va a tener con otras que estamos desarrollando paralelamente sino que también podemos ir más allá de lo que estoy haciendo.
Puedes pasarte la vida leyendo libros de autoayuda, sicología, interpretación…pero eso no te dará las herramientas para llevarlos al mundo. Generarás multitud de interpretaciones -y será útil en algunos casos-, conocerás una interpretación de la génesis de lo que tú consideras tus conflictos, pero eso no te hará más hábil en tu gestión y hacer diaria con ellos; aunque la falsa ilusión del «ya conozco porque me ocurre tal cosa» nos produce un alivio momentáneo. Recuerda, que el saber se siente muy cómodo.
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