Necesitamos de una estabilidad del mundo, esperar que sea sólido, que responda a nuestro conocimiento del mismo. Ese conocimiento como ayer señalaba constantemente va variando, y claro la actualización de todas las cosas es una tarea imposible. Tú ahora tienes el recuerdo de cual era la situación de los coches en tu calle cuando los vistes por última vez, las modificaciones que se han producido no las conoces, no dispones de un conocimiento del mundo certero, sino del que tú recuerdas.
Tenemos la capacidad de la imaginación, que nos es muy útil cuando la utilizamos en tareas creativas, para poder alumbrar cosas nuevas; aunque se torna en muy poco útil, cuando imaginamos escenarios catastrofistas basados en conocimientos no actualizados del mundo. De ahí la pertinencia para procurar identificar el hecho con el que me estoy relacionando a través de mi imaginación y evaluar: ¿qué conocimiento directo mantengo del mismo?, ¿cuáles son mis fuentes de información?, ¿qué veracidad tienen?, ¿lo estoy haciendo desde la mera suposición y que para mí está funcionando como un saber certero?
Identifica cosas en tu vida que construyes a través de la imaginación; separa las cosas que te son útiles de las que no contribuyen en nada y con ambas haz un análisis teniendo en cuenta que como probabilidades todas son posibles, pero dentro de ellas existen las posibilidades y ahí es donde está la diferencia entre las cosas. ¿es probable que caiga un avión?:si, ¿es probable que toque la lotería?: si, ¿es probable que hoy llueva?: si. Ahora, mientras que caiga un avión o que toque la lotería tienen muy pocas posibilidades, que hoy llueva tiene muchas más posibilidades…Mañana te plantearé otra cosa.
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